domingo, 7 de febrero de 2016

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Creo que pasan los años, e irónicamente, sigo siendo la misma niña que era, con  inseguridades de mi mano, con una visión gris unos días y tan llena de color otros.
¿Es triste. seguir siendo lo que era? ¿Es triste crecer, pensando realmente que no has crecido? Mirarte al espejo, y que tan solo haya cambiado tu reflejo, es extraño, os lo aseguro.
No tiene ningún sentido.
Pero, ¿es posible que continúe siendo la misma bajo un par de escombros nuevos?
 ¿Cómo puede ser esto real? ¿Cómo puede ser posible?
Ser la misma niña que era, hace algunos años.
Quizás sea porque a veces, no explotamos nuestra burbuja, esa que tanto nos encanta, y de pronto, miramos al frente, y nos damos cuenta de que aun permanecemos dentro de ella, como si fuera un seguro de vida, uno que nos garantiza ser niños con cuerpo de hombres y mujeres, uno que nos promete no crecer. Pero,
un día terminaremos explotando la burbuja nosotros mismos.




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