domingo, 8 de mayo de 2016

Adiós tía.

Es extraño,
aun no te has ido y ya noto tu ausencia.
Bueno irte, del todo no, solo será una despedida para después despedir a la despedida en forma de encuentro, desde allí.
Sé que no me recuerdas, sé que aun todo el tiempo pasado son pocos los recuerdos que tenemos juntas.
Pero el simple hecho de que te vayas, me deja un shock en forma de vacío en mi corazón.
Es duro ver, lo que ocurrirá tarde o temprano, pero más duro es cuando te dicen, la han desconectado de la máquina a ver que pasa.
Más duro es ver lo que ocurre delante de tus ojos, ver que la muerte es real.
Ver como las personas piensan que es mejor desconectar a alguien, y que ya no esté entre nosotros a cuidarle día y noche.
Creo que eso me duele más que todo, que deseen una muerte tranquila, a ver como no les recuerdas, a ver como no haces casi ni un gesto. Pero que alegría nos daba al hablar contigo y ver que recordabas algo un  puñetero momento de tu vida a nuestro lado, joder no sabéis lo que es eso, lo que es que una persona con alzhéimer te reconozca aunque tan solo sea por un instante, os juro que eso es felicidad, esa sensación es felicidad.
Espero que ahora, si te vas, desde allí donde estés quien sabe si hoy, si en una semana, espero que comiences a recordar a recordarnos.
Adios, tía.
Recuerda que esto no es una despedida si no una espera.